El año pasado sacó ese disco tan bonito que es Armchair Apochrypha. Fue seleccionado por Merrick y por mí (¡qué importantes somos!) como el 19 mejor disco de 2007. Claro que en aquella época Merrick apenas lo había oido y más tarde se arrepintió de no haberle dado más puntos.
Probablemente Andrew se merecía más bien estar entre los 10 mejores del año pasado. Pero una cosa está clara, y es que The Mysterious Production of Eggs como poco es igual de bueno. Yo hasta defendería a quien dijera que es incluso mejor. Una lección de buen folk, de maestría y artesanía pop.
Un disco con referencias múltiples entre las que destaca de forma más o menos clara la presencia de Jeff Buckley; lo cual, si bien para muchos es un lastre, para Bird supone la mejor de sus virtudes. No sólo porque aguanta el envite con talento y buen hacer, si no porque incluso ha sabido evolucionar el legado de los Buckley hacia nuevas rutas que hoy me parecen lógicas continuaciones de lo que a Tim y Jeff se les quedó por hacer.
Cuando salió este disco yo estaba en mi último año de universidad y recuerdo las noches de calor desorbitado con la ventana abierta de par en par estudiando kilos de apuntes fotocopiados de los que casi no entendía la letra. Estaba bien jodido, pero de vez en cuando me echaba hacia atrás en mi silla, esuchaba cosas como Sovay, o el final de Oppositte Day, o Measuring Cups, o esa epicidad sorpresa con la que termina A Nervous Tick Motion... sólo podía sonreir y pensar "por fin he encontrado otro de esos discos que son para siempre".
Se me ocurre que haciendo el calor que hace, y llegando para muchos vuestros exámenes de septiembre era hora de rendirle un homenaje a mis años de estudiante. Mucha suerte y ánimo chicos y chicas universitarios. Os lo habrán dicho vuestros padres una y otra vez pero... no sabeis la puta suerte que teneis de poder seguir estudiando!!
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