Mostrando entradas con la etiqueta Jonathan Wilson. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Jonathan Wilson. Mostrar todas las entradas

lunes, 1 de octubre de 2012

Jonathan Wilson - Gentle Spirit (2011)


En una de las últimas discusiones que tuve con mi amigo "el deforme" hablábamos de Animal Collective que por aquel entonces no me llamaban demasiado la atención. Creo que la frase con la que la discusión perdió el norte definitivamente decía algo así como "Bonnie "Prince" está muy bien, pero tampoco tiene tanto valor lo que hace porque no es nada nuevo".

Supongo que lo mismo se puede decir del señor Wilson. En Gentle Spirit no hay ni rastro de esa tan perseguida originalidad, y sin embargo, creo que pocas personas que yo conozca podrían resistirse a un disco tan redondo y elegante como este. Cualquiera de ellos mentará sin rebuscar mucho en su bagaje musical a Pink Floyd, America, Neil Young o cualquiera de los soniquetes añejos que resuenan en nuestras cabezas y que nos producen ese extraño placer de hacernos sentir como en casa.

No en vano Jonathan es dueño de uno de los estudios analógicos más emblemáticos de todo E.E.U.U. y por mucho que las nuevas generaciones de productores se encuentren cada vez más aburridos con la batalla eterna entre analógico y digital, yo sigo pensando que estos sonidos tan cálidos nos devuelven a otras épocas en las que por lo general tendemos a creer que la música se hacía con más cariño.


Sea cierto o no, y dejando de lado la tecnología musical de cada época, no es tan común encontrar a personas capaces de encajar todas las piezas del rompecabezas musical (composición, interpretación, producción, etc.) con tan buen tino. Y es una suerte, porque cuando alguien es capaz de pulsar tantas veces seguidas sobre la tecla adecuada el cosquilleo musical es inevitable. Y lo bonito es que todo sucede en milésimas de segundo y sin tener que racionalizar ni justificar nada.

La originalidad es importante, para mí es incluso muy importante. Lo malo es que si no tenemos cuidado podemos acabar en una espiral cada vez más acelerada de "usar y tirar". Siempre en busca y captura de lo más novedoso, llamativo y visionario, algo que cambie para siempre las reglas del juego. Alguien que este luchando por sacar adelante una idea disparatada, el incomprendido de turno...

Y sin embargo aquí tenemos a Jonathan Wilson publicando una música que se lleva haciendo "toda la vida" y con una pirámide en la portada que parece decir "los egipcios sí que sabían de cosas capaces de soportar el paso del tiempo".