martes, 18 de mayo de 2010

Fugazi - Shut The Door


El otro día leí en una revista "snob" de esas que leo a veces que, si bien cada cual puede tener sus razones para hacer música, no todas las razones son igual de válidas. Y claro, mientras me preguntaba qué razones son válidas y cuales no, la cabeza se me llenó de expresiones de esas que dan un poco de repelús como "tal disco es muy comercial" o "tal banda es super auténtica".

Y lo peor de todo no es que se me pasaran por la cabeza en ese momento, si no que a veces parece que no queda más remedio que decirlas en voz alta. La putada es que después te quedas hecho polvo porque no aclaran nada... especialmente cuando a continuación te preguntan "pero, ¿por qué?".

¡Ay, amigo! Algunas cosas no se pueden explicar, o las sientes o no las sientes.

viernes, 14 de mayo de 2010

All Tomorrow's Parties

En el futuro volveremos al pasado más naturalista. No habrá cabezas de cartel, simplemente música. Los festivales no estarán centrados en los artistas, si no en las sensaciones que provoca la música en cada uno de nosotros.

Basta ya de adorar a esos adorables genios. Ahora somos egoistas, sólo queremos pasarlo bien. Esto ya no es Woodstock, no revindicamos nada salvo nuestro derecho a ser felices durante un ratito.

Y puede que el dinero no de la felicidad, pero la música sí, y ¡de qué manera!

¡CUIDADO!

Este documental puede provocar euforia, envidia, ganas de emborracharse y adiccion a algunos de los grupos que aparecen.

Podeis disfrutarlo gracias a uno de mis blogs favoritos.

SEX AND THE BICI

sábado, 1 de mayo de 2010

Lighting Bolt - Dracula Mountain



La auto-destrucción. El sacrificio físico extremo e innecesario. Freud lo llamaba pulsión de muerte. Lo hacemos cada día al encendernos un cigarrillo aun sabiendo que no es bueno para nuestros pulmones. Cuando nos bebemos 5 copas más de las que debiéramos. Cuando nos entregamos a un concierto de ruido absoluto aun a riesgo de perder los oídos. Excitamos a nuestro organismo a través del sonido.

Puede que cuando seamos mayores engañemos a nuestros hijos diciendo que no sabíamos que el ruido era tan malo igual que me engaña mi madre diciendo que en su época no se sabía que fumar era malo para la salud.

Será la mentira perfecta que nos de derecho a gozar de emociones fuertes. A escuchar sonidos inhumanos mientras nos dejen nuestros pobres tímpanos.

Mi novia dice que no entiende que me pase el día quejándome de los vecinos si luego escucho esta música.

Y lo peor es que tiene razón, pero no sé cómo explicarle que simplemente me gusta... ah sí... la pulsión de muerte! Gracias Freud por dar razón a tanta estupidez.