miércoles, 13 de febrero de 2008

Bob Dylan - Blood On The Tracks (1975)

Apenas le he dado fuerte a cuatro o cinco discos de Dylan. Con tanto material uno se pierde. Especialmente cuando parte de ese material es bastante prescindible. Pero Bob sorprende cuando menos te lo esperas, y si das con el disco adecuado se queda contigo para siempre.

No creo que pueda decir nada de Dylan que no se haya dicho ya. Simplemente diré que a estas alturas, Bob es ya un clásico y por eso está metido de lleno en la maldición a la que sucumben todos los clásicos. A saber, y parafraseando a mi profesor de literatura : "Los clásicos son aquellos libros que todo el mundo sabe que debería leer, pero que nadie ha leido".

Supongo que es un poco exagerado decir eso de Dylan porque me consta que tiene muchos fans incondicionales (quizá demasiado(s) incondicionales) pero básicamente animo a las nuevas generaciónes y desconocedores cabezones a que encuentren SU disco de Dylan porque merece la pena.

Pues bien, para los perdidos de esta espiral del olvido y la pereza (que yo viví hace no mucho) os traigo este disco que es mi favorito. Tendré que sacar el escudo y la espada para soportar los abucheos, pero yo diría que está incluso por encima de clásicos más evidentes como el Highway 61 Revisited o Blonde on Blonde. Y es que no sé donde leí una vez que Dylan había sacado discos más influyentes que este, pero nunca uno mejor.

http://www.megaupload.com/es/?d=4NWWQZOJ

1 comentario:

quemeimportaamin dijo...

Sin ninguna duda.
Porque Simple twist of fate es una puta marabilla.
Y porque Idiot wind es la mejor canción que haya escrito (e interpretado) cualquier persona con un par de ojos, piernas y brazos.