lunes, 28 de enero de 2008

Matt Elliott - Drinking Songs (2005)

Matt Elliott es un artista, un gran músico y probablemente un genio. Cuando se trata de tratamiento del sonido,de sampleado,de ruido y de experimentación en general no hay quien le tosa. Prueba de ello son las producciones de algunos discos de Hood, su trabajo como miembro principal de Third Eye Foundation y el hecho de que allí donde haya un tinglado montado con samplers el nombre de Matt Elliott resuena sin remedio, bien porque forma parte de él, o porque quienes lo organizan le rinden pleitesía.

En solitario lleva ya editados 3 discos sobresalientes. El segundo de ellos es este "Drinking Songs". Un disco que no solo marca un punto de inflexión en su carrera al dejar de lado la electrónica (al menos en el 90% del disco), si no que es un disco que me resulta extrañamente atípico y que en mi opinión lleva la idea de disco conceptual mucho más allá de lo que, al menos yo, podía haber concebido.

El minimalismo del disco es tan exagerado que es dificil de describir. Bastará decir que con sólo un par de instrumentos y una voz (regrabada hasta conseguir el efecto de un coro de 30 personas) Matt Elliot se las apaña para transportarnos en esta especie de banda sonora de taberna decadente.

Eventualmente algunas lineas del coro sobresalen por encima de la mezcla total sentenciando los males del mundo a traves de la sabiduría popular. Ejemplo de ello es el waltz "What's Wrong", donde "an eye for an eye only leads us blind" va y viene mientras nos vemos absorvidos por un ambiente de borrachera rusa o de puerto de pescadores que se muestra tan festivo como trágico.

Y es que el disco en general pone los pelos de punta con esa sensación de estar atrapado en lo mismo una y otra vez. Sin embargo, del mismo modo que nuestros ojos se acostumbran a la oscuridad, cada nueva escucha revela nuevos detalles y muestran las verdaderas virtudes de esta obra que no se me ocurriría más que catalogarla como arte (por muy grandilocuente, pedante y absurdo que eso suene).

El punto álgido del disco es "The Kursk", canción dedicada al submarino ruso que se hundió en 2000. Sorprendente y sobrecogedor relato del ambiente que vivieron los tripulantes antes de morir. Con auriculares podemos incluso oir el sonido del agua e imaginarnos metidos en ese submarino mientras se hunde con nosotros en él, mientras el coro canta:

It's cold I'm afraid
It's been like this for a day
The water is rising and slowly we're dying
We won't see light again
We won't see our wives again

http://www.megaupload.com/es/?d=8S366COV

1 comentario:

Anónimo dijo...

excelente crítica
además la leí luego de escuchar el disco, y eso la confirma

gracias por acercarnos tanta música

leve
(levearquitectura.blogspot.com)