viernes, 1 de abril de 2011

No Age - Weirdo Rippers (2007)


El ruido es esa especie de descontrol que tenemos algunos últimamente en nuestras vidas. Un zumbido constante de información que sobrevuela nuestras cabezas. Demasiada información como para procesarla en una vida entera.

112 nuevos tweets sobre el Primavera Sound en los últimos 20 minutos. Las RSSs echando fuego. Te ha llegado un e-mail, pero estas hablando con alguien en el whats app. Mientras tanto, alguien en alguna parte lanza un nuevo sintetizador que revolucionará la música moderna y las etiquetas que le has puesto a los géneros de tu iPod no te ayudan a encontrar algo nuevo que te apetezca escuchar.

Todos los días alguien te descubre una banda o un libro que redefine el significado de "laguna" pero que al final resulta estar lleno de clichés y de trozos de otras cosas que ya conoces. O que vas a conocer pasado mañana. Y te quedan tres capítulos de The Office para acabar la temporada pero esta noche hay un concierto en Miby Dock que seguro que está bien.

Tus heroes caducan, pero no importa porque cada año tienes un nuevo ídolo que ya murió (sin que tú supieras que existía) y otro que acaba de cumplir 22 años.

Y al final resulta que la única tranquilidad que hay en el mundo la encuentras en un torbellino de frecuencias que solo debería gustar a los enfermos mentales. Pero ahí estás, desgastando tus tímpanos. Y curiosamente en el ruido te oyes pensar con una claridad que da un poco de miedo.

En el fondo sabes que dentro de no muchos años no podrás oír ni un taladro hidráulico agujereando tu cabeza, pero da igual porque durante una hora y cuarto seguida lo único importante de todo el puto universo es ese sitio, ese sonido y los que están contigo. Como cuando haces el amor.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo mejor de este blog no son sus grandísimos discos, son sus textos. :)

Joseph Karey Merrick dijo...

Y Jesus y Carla se colaron en nuestras conversaciones de jueves y copas para hacer la peli de Mercedes de infoxicación.

De lo mejor que has escrito últimamente.

El Barón de la Birra dijo...

Me has emocionado, tremenda reflexión. Saber valorar esos minutos que te dejas llevar por el crujir de tus tímpanos, esos minutos de nada importa, momentos mágicos que nos mantienen a flote, esa bendita sordera matutina que de camino al trabajo te recuerda que ayer fue un gran día.
Amen a tus palabras.

Anónimo dijo...

En esta ocasión, la recomendación es lo de menos. Me quedo con el texto, porque sí.
Carmen

Anónimo dijo...

gran texto para gran recomendacion

Calamidad dijo...

Hola, Chow. Gran texto (grandísimo) el que te has marcado en este post. Escucharé el disco nada más termine de ponerte este comentario o un poco más tarde.

Venía también a decirte que he visto que tu grupo "El Primer Hombre" actuáis en el Gruta el próximo día 18, así que allí estaré. A ver si me dejan pasar la cámara y os saco unas fotos. Aka una fan. ;-D

Cal.