lunes, 19 de septiembre de 2011

Jay Reatard - Blood Visions (2005)


Se dice, se comenta que pierdo el culo por todo músico que muera antes de tiempo pero no son más que habladurías. A principio de verano la buena de Amy entro por la puerta de atrás en este supuestamente selecto club, y aunque seguramente hará migas con Cobain allá donde esté, su música nunca me interesó demasiado y no creo que cambie de opinión pronto.

De todas formas, intuyo que a hasta cierto punto, a todos nos pica un poco el tandem musica+muerte inesperada. ¡Y ya son unos cuantos! Los de toda la vida: Jim Morrison, Janis Joplin, Kurt Cobain, Jeff Buckley, Jimi Hendrix y las nuevas incorporaciones Vic Chesnutt, Mark Linkous y compañía (¿no sé murió uno de TV on the Radio?). En realidad la lista puede continuar todo lo que a uno le apetezca, al fin y al cabo la gente muere y un porcentaje de ellos, por simple estadística son músicos.

Y así llegamos hasta Jay Reatard. Un tipo al que me perdí por pura ignorancia en el Primavera Sound 2007 y que canceló dos años más tarde en 2009. Supongo que no estaba destinado a verle tocar en directo. Así empiezan los mitos. Luego ves videos de sus actuaciones y se te escapa un "¡macagonlaputa!"

Para bien y para mal el sindrome Van Gogh implica que después de su muerte la repercusión de su figura se multiplique exponencialmente. Ahora parece que se van a reeditar algunos de sus primeros trabajos, dentro de nada podremos ver el documental y en general se motará el circo habitual de "yo-le-conocía-desde-la-primera-maqueta".

¿Y es para tanto? Pues a pesar del nombre, de la sangre y del ruido, creo que esta vez sí. Por suerte y/o por desgracia, creo que de todas formas por mucho marketing y bombardeo colectivo que se haga, el amigo Reatard pasará mayormente inadvertido. Para empezar porque la aspereza de su sonido es una barrera de entrada bastante empinada, y para seguir, porque en este momento parece que los audiófilos no están por la labor de tragarse al millonésimo punki anárquico.

Yo solo os digo amigos que aunque su música no es para todo el mundo, creo que dedicándole un poco de atención salta a la vista que Jay era un hombre con talento y buen gusto especialmente visible en eso que llamamos "temazo". Lo que pasa que todos tenemos nuestros mecanismos de defensa, y el Sr. Reatard es del tipo de gente que se cubre de sangre para para apartar a listillos y fanáticos de palo con poco tiempo que perder.