miércoles, 26 de enero de 2011

Highlife - Best Bless (2010)

Resulta que hoy en día vas a un festival y tu grupo favorito, ese del que tienes camisetas y del que te sabes todos los temas acaba resultando un fiasco total, sobre todo si lo comparas con ese otro del que nunca habías oido hablar y que lo está partiendo en el escenario de enfrente.

Por un momento te planteas que el rock se está democratizando. Que ya no hay faraones iluminados ante los que todos debemos arrodillarnos sino personas normales que tambien eructan y se ponen pedo... bueno, como siempre, pero ya me entendeis...

En Santander, cuando yo era adolescente, la oferta musical dejaba mucho que desear (por no decir algo peor) hasta que de pronto algún señor muy simpático decidió montar el Tanned Tin. Fue un impacto tremendo para un chaval como yo que todavía no había salido del grunge, plantarse delante de bandas que le daban un nuevo significado a la palabra "alternativo".

Comenzó el rito. Mirabas el cartel y un poco al azar señalabas un nombre con el dedo y probabas suerte en busca de la alegría del día... ¡y eso es precisamente lo que me ha pasado hoy!

viernes, 21 de enero de 2011

Seefeel - Quique (1993)

Me imagino que el arte es siempre escape. Aunque muchos lo conviertan en su método para poder follar con rubias melonas y conducir Ferraris, supongo que eso es lo que ellos entienden por escapar. Porque al fin y al cabo quien quiere vivir una mierda de vida. Levantarse por la mañana y perder cada minuto de tu tiempo en un trabajo sin futuro que no te aporta nada para llegar por la noche a cenar cualquier cosa y atontarte con un programa de televisión que lo mismo podías haberlo visto que no.

Así que de pronto la música, o la literatura, la pintura o el cine te dejan ver el brillo y la grandeza de lo que está existe a tu alrededor. De pronto todo tiene sentido, ¡el ser humano es capaz de cosas acojonantes! ¡Bravo! Que alegría...

Y luego llega el bajón, la realidad, el día a día. Y resulta que en cuanto puedes te bebes 100 cervezas o te fumas un porro porque no te gusta cómo te hace sentir la realidad, y ves cómo viven los perros y los pájaros y piensas que quizá ellos sean más listos que tú, y que los árboles no son más que seres humanos evolucionados que han descubierto el placer de disfrutar de la vida desde la simple contemplación, y te preguntas cómo es posible que en 2011 con todos los avances y las grandes cosas que ha conseguido el ser humano sigamos todos tan rodeados de mierda.

Espero que por ahí en alguna parte haya seres super-inteligentes que son capaces de ver a través del tiempo y el espacio que estén mucho más jodidos que nosotros... y espero que nos colonicen pronto y nos alimenten como a perros y nos saquen al campo a correr, jugar y mear mientras ellos intentan poner el mundo en orden y nos quitan de tanta falsa-responsabilidad inútil.

lunes, 17 de enero de 2011

Deerhunter - Halcyon Digest (2010)

Por suerte estas Navidades no han sido las peores de la historia (como suelen ser). Mi ración de reencuentros navideños ha sido más interesante que de costumbre. Y lo que más mola de los reencuentros es acordarte de cómo eras y lo que has cambiado.

Lo malo es que la gente te recuerda como le da la gana. Reconozco que es divertido darte cuenta de que un día fuiste alguien completamente distinto, y a ratos te reconoces un poco pero de vez en cuando piensas que se están equivocando de persona...

Por ejemplo, recordar cuando Billy Corgan era el amo... (¡puaj!) y recordar el día en que me compré un Big Muff porque quería que mi guitarra sonara a ese ruido blanco que venía de serie en la mitad de los discos de los 90.

Luego maduré y me di cuenta que hace falta algo más que un pedal de distorsión para sonar como los Smashing Pumpinks... madure, lo prometo... un montón.

Ahora que soy un tipo maduro y adulto me parece que Billy Corgan es un gilipoyas del quince. Ahora mola mucho más Bradford Cox que en lugar de utilizar un Big Muff utiliza un Pitchfactor que es un pedal mucho más digno del siglo XXI y de una persona evolucionada y elegante.

Es más, soy tan elegante y adulto que me he comprado (y me han regalado) los discos de Deerhunter y Atlas Sound en vinilo porque suenan mucho más auténticos. Porque Bradford a diferencia de Corgan, nunca perderá la magia...

Puede que en el futuro Bradford se pelee con toda su banda y los sustituya por robots motorizados conservando el nombre Deerhunter, y seguramente empezará a reclamar los discos de las Grecas como su verdadera influencia y se reirá de las bandas que graban en un 8 pistas, pero siempre será el amo... siempre, siempre, siempre.