viernes, 26 de marzo de 2010

Nº 03 - The Flaming Lips - Embryonic

Suicidio comercial. ¿Alguien sabe de qué va el asunto? Digamos que te dedicas a ir recolectando admiradores como si fueran cebollas de primavera, gente que aprecia tu música, que la disfruta y con suerte está dispuesta a pagar algo de dinero por ella. Vas sacando discos y más discos y con cada uno aumentas lo que los modernoides llamarían tu “fanbase”.

Y de pronto te da un aire, decides que le quieres dar un giro a tu carrera y la discográfica te dice “pero ¿tú eres tonto o qué?”

Claro, siempre será mejor que tu disco lo escuchen 1.000.000 de respetables personas que 1.500 tarados. Porque, reconozcámoslo, hay que estar un poco chalado para que te guste lo nuevo de los Flaming Lips.

La primera escucha del disco es un auténtico caos. Ruiditos, desconexión compositiva, ideas dispersas... Incluso alguno que otro se pensó que era una broma, que alguna persona ajena al grupo con un sentido del humor macabro y retorcido se había pasado meses creando basura sonora para colárnosla por el Wi-Fi.

Pero ¿qué pasa amigos? Pues que últimamente vivo (¿vivimos?) una segunda luna de miel con la psicodelia (llamémoslo el efecto Animal Collective) y tanto público como artistas disfrutamos a tope con los caleidoscopios y los sonidos ácidos.

Mi profesor de informática musical Anselmo Calleja era un fanático de las “marcianadas”. Término que aunque dudo que acuñara él mismo, sí que fue una novedad músical en mi vida durante mis años mozos.

En ese tiempo descubrí el verdadero placer de los sonidos secretos que todo instrumento y aparato electrónico puede producir con un poco de imaginación y paciencia. Pero nada de eso me preparaba para una producción de este tipo.

Una verdadera bocanada de aire fresco, y un disco que suena como pocos. Pero, sobre todo, un precioso truco de magia en el que la desconexión y el caos inicial se van aclarando poco a poco como un mapa mudo al que le vas poniendo los nombres de rios y montañas.

domingo, 21 de marzo de 2010

Nº 04 - Yo La Tengo - Popular Songs


Mi colega Bufo siempre decía que si el debut de una banda resulta deslumbrante, es porque antes de grabarlo suelen pasar años componiendo y ensayando como locos para luego seleccionar lo mejor de su repertorio.

Bufo tenía un amigo que decía que a las bandas hay que juzgarlas siempre por el segundo disco. Su teoría es que el primero siempre esta muy influido por los intereses comerciales de las discográficas, y supuestamente una banda hace EXACTAMENTE lo que quiere a partir del segundo.

Pero ahora mismo no sé muy bien qué teoría justifica que una banda como Yo La Tengo edite una joya como Popular Songs después de 11 discos y 26 años de carrera.

Desde Electr-o-pura no disfrutábamos de unos Yo La Tengo tan equilibrados y accesibles. Y aunque a ratos el disco, por variado, suena a recopilatorio de temas descartados, no da lugar a engaño, estos temas brillan a la altura de lo mejor de su discografía. Además los quiebros de estilo son tan marcados en Popular Songs, que cada canción se convierte en una bonita sorpresa (casi siempre moviéndose entre el ejercicio de estilo y la lección magistral).

Los más ancianos del lugar dirán que Yo La Tengo ya no son lo que eran y que esto es un album aguado en comparación con sus obras mayores, pero yo ya no recuerdo cuando fue la última vez que me emocioné tanto con un lanzamiento de este trío de nerds.

Un disco que sin lugar a dudas hace honor a su título como pocos otros.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Nº 05 - Animal Collective - Merriweather Post Pavillion

Existe, desde tiempos innombrables, una tribu de urbanitas que aunque conviven con la gente de a pie, no están hechos de la misma pasta. Son gente con una incontenible necesidad de gritar al oído del mundo entero "soy distinto, soy super-molón". Son el tipo de gente que te habla de lo bonito que es un envoltorio de un caramelo y se olvidan de decirte de qué sabor era.

Estoy hablando, cómo no, de: "LOS MODERNOS"

Los modernos son gente odiada y envidiada a partes iguales, entre otras cosas porque no todo el mundo puede entrar en "la elite" de la que ellos forman parte. Y ademas son un grupo social con mucho poder. Si los modernos deciden que lo que se lleva es maquillarse la cara con cagadas de perro el sentido común pronto quedará sepultado por la necesidad de ir a la última, y esto nos lleva a "el miedo".

Por culpa del miedo los modernos muchas veces caen en sus propias trampas. Deciden no pasar por el aro de "la sociedad" para finalmente pasar por el aro de su propio microsistema. Esto es, que si eres moderno no puedes contrariar al gusto general de la tribu porque dejas de ser molón y puedes incluso sentirte un poco tonto.

De esta manera "los modernos" han proclamado una y cien veces la venida de sus salvadores musicales. Primero fueron los Strokes, luego Arcade Fire y hoy en día sin ninguna duda, si quieres estar en la onda tienes que decir que Animal Collective son los mayores genios del mundo y han venido a revolucionar nuestras vidas.

Con este tipo de actitudes no me extraña que gente como Julian Ruiz haya empezado a llamar "retrasados" a los fans del grupo. Al fin y al cabo lo único que hace es ponerse a la misma altura de fanatismo que quienes les adoran, solo que en la dirección opuesta. Cosa que lejos de resultar molesta parece encender el fuego de la modernidad como una quinceañera que no sabe por qué se excita cuando defiende la saga de Crepúsculo.

Y es que ¿son realmente los animales colectivos tan geniales? Pues la respuesta es sí y no. Rockdelux ha tenido la osadía (por no decir temeridad) de nombrar este disco el mejor de una década (en la que entra, pero por los pelos!), sin saber cómo le van a sentar los años ni como va a respirar este tipo de música de aquí en adelante. Personalmente creo que KID A ha calado infinitamente más hondo en la música (y sobre todo en LOS MÚSICOS) de esta década, pero esta claro que siempre es más emocionante (aunque menos riguroso) apostar por la novedad.

Yo lo tengo claro, ME GUSTAN LOS ANIMAL COLLECTIVE! Me gustan bastante, podría decir incluso que me gustan mucho. Aunque quizá yo soy más de salvar el Strawberry Jam (su anterior disco) porque me parece más fresco y sincero. Ademas creo que Merriwather carece de factor sorpresa y a ratos se repiten un poco, pero reconozco que, como disco, esta super currado y lleno de momentos deliciosamente memorables.

Solo digo que cuidado con lo de usar la etiqueta de "genio" de manera tan gratuita... bastante tuve con soportar que se lo llamaran a Matt Bellamy (de MUSE) solo porque en aquel momento llamaba muchísimo la atención que un tipo que canta en falsete, supiera tocar el piano como recién salido del conservatorio y le gustaran las guitarras alienígenas. Venga coño, seamos un poco serios!

Por suerte el sabor del caramelo de los Animal Collective tiene bastante más sustancia que los colores chillones que lo envuelven. Esta vez sí modernos... estoy de acuerdo, estos son vuestros salvadores. Ahora solo queda saber cuanto tiempo tardareis en aburriros de ellos.

lunes, 1 de marzo de 2010

Nº 06 - M. Ward - Hold Time

La elegancia es una de esas cosas de la vida que se tiene o no se tiene. Ese saber estar, ese saber hacer que esconde un magnetismo irresistible.

M. Ward lo tiene. Nos engatusa como una especie de Tom Waits moderno. Nos asombra con su talento musical casi tanto como con su capacidad de componer en 2009 canciones de 1956. No es de extrañar que el disco contenga versiones de Buddy Holly o Don Gibson (me las doy de entendido, pero no tengo ni puta idea de quien es el tal Don Gibson)

Hasta ahora Ward tenía editados un puñado de grandes discos, pero nunca con esta redondez, con este empaque...

Pero ademas es que a mí me regalaron el vinilo a las pocas semanas de que saliera, y evidentemente es uno de esos discos que se prestan a disfrutarlos con aguja (nada de dobles sentidos malignos por favor).

¿Alguien dijo atemporal? Bueno, quiza es un poco pronto para decirlo, pero tiene todas las papeletas...